Evangelizada y evangelizadora, el resplandor de la Inmaculada Concepción de Santa Tecla.

Conocer de nuestra parroquia Inmaculada Concepción no sería tan fácil sino fuera por tantas historias que, en su mo-mento, nos narrara de una u otra forma monseñor Rogelio Esquivel, quien por años fuera el párroco y guía espiritual de muchos feligreses tecleños.

Fue el sacerdote Esquivel, quien después de tratamientos intensivos a los que sometió la desvencijada estructura colo-nial, la transformó en resplandeciente templo blanco con su vistoso campanario y hermosas lámparas de techo… ro-deada de jardines y antiguas construcciones que daban albergue al Centro pastoral, oficinas parroquiales y al colegioparroquial Inmaculada Concepción por el cual pasaron muchas generaciones de tecleños.

Las hermosas paredes de adobe, retocadas y cuidadosamente pintadas de blanco, con pocas imágenes pero adornada con mucha madera, nueva y restaurada, hacían de la iglesia una joya arquitectónica atractiva para propios y visitantes que, con placer, disfrutaban escudriñando palmo a palmo los detalles que formaban parte de toda la belleza que despar-ramaba.

Arturo Rivera Damas, arzobispo de San Salvador, fue quien encomendó al presbítero Rogelio Esquivel, la conducción y salvación de un templo afectado por las secuelas del tiempo, que según un cipote, Rafael Ruiz Blanco, quien comenzó sus travesuras a inicios del siglo pasado pero que aún vive lúcido y sonriente, en sus “Estampas Tecleñas” escribió:“Por problemas con el constructor la iglesia iniciada en 1856 quedó concluida en 1866”.

El padre Esquivel con la feligresía trabajaron incansablemente para que los más de cien años que pesaban sobre aquel templo viejo y derruido se descargaran un poco y dieran paso a un remozado lugar de oración y eucaristías, en el que prevaleció la evangelización y por ende el surgimiento de las pequeñas comunidades que ahora están en los doce secto-res parroquiales. Todo aquel tesonero trabajo quedó reducido a ruinas un sábado 13 de enero de 2001. Un terremoto de más de 7 grados en “el valle de las hamacas” dejó tristeza e incertidumbre… pero además oración del pastor y los fieles dispuestos a levantar de entre los escombros un nuevo templo, con el poder que solo proviene de Dios, y con el mismoentusiasmo que siempre caracterizó al pastor y su rebaño.

Ahora, el moderno y amplio templo, sobrio y rodeado en su interior por hermosas pinturas de los misterios del Santo Ro-sario, su altar con las reliquias de San Fructuoso y la imagen de Cristo Resucitado dominando el espacio.

En el misal, al celebrar la Dedicación del nuevo templo el 8 de diciembre de 2004 se lee: “Este templo histórico, centro y corazón de esta ciudad fue erigido y levantado por el excelentísimo señor obispo Tomás Miguel Pineda y Saldaña. Fue su acendrada devoción a la Virgen Inmaculada lo que movió al ilustre prelado a levantar un templo donde perpetuamente se venera a la Santa María en el misterio de su inmaculada concepción a raíz de la proclamación del dogma de su santi-dad por el papa Pio IX, en 1854.

Historia del Sistema de Nueva Evangelización (SINE),de la Parroquia Inmaculada Concepción de Santa Tecla

La Parroquia Inmaculada Concepción de Santa Tecla adoptó el Sistema de Nueva Evangelización (SINE), a mediados de 1987. Monseñor Rogelio Esquivel y algunos párrocos de la Arquidiócesis de San Salvador tuvieron a bien invitar a un Equipo de evangelizadores de México, dirigidos en ese entonces por el Padre Alfonso Navarro, quien fue el iniciador y fundador de SINE.

Esta invitación tuvo como objetivo conocer el Plan Pastoral que el padre Navarro desarrollaba exitosamente en su parro-quia, en México. Los evangelizadores mexicanos en su visita a la Diócesis de San Salvador, impartieron dos retiros de evangelización. Luego un seminario para dar a conocer el SINE y su fundamentación. Esta nueva experiencia motivó a los párrocos participantes a optar por el proceso evangelizador. En el grupo de párrocos que participaron en el seminario y retiro, impartidos por los hermanos mexicanos, también había presencia de laicos. El padre Esquivel, fue así de los primeros colaboradores en este equipo coordinado por el Hno. Romero Gabriel Orellana.

Fruto de los primeros retiros de evangelización fue la conformación de un equipo de servidores, y bajo la dirección de Monseñor Rogelio empezó a implementar el Sistema, contándose entre los primeros colaboradores a Romeo Gabriel Orellana, Manuel de Jesús Torres, Sonia de Torres, Roberto Carlos Torres, Romeo Jovel, Gladis de Jovel, Engelberto Her-rera (Q.D.D.G.), y el hermano Víctor Rivera, entre otros.

Siendo presbítero, la nueva experiencia del Sistema de Nueva Evangelización SINE le pareció, a Esquivel, una opción ex-celente para cumplir con su proyecto de trabajo pastoral, y adecuarlo para la parroquia. Así, inmediatamente junto al equipo colaborador, implementó SINE, de acuerdo a los lineamientos que indicaba el mismo Sistema. “Lo primero que se hizo fue la elaboración de un mapa del territorio parroquial, luego sectorizando geográficamente quedaron delimita-dos los sectores y se implementaron los ministerios fundamentales. Este proceso duró aproximadamente un año”, ex-presó el hermano Víctor Rivera, uno de los principales iniciadores de SINE, al lado del sacerdote y ahora Monseñor Esquivel.

Para el lanzamiento del proceso de SINE en la Inmaculada Concepción no hubo un acto oficial, todo fue surgiendo de manera natural, cumpliendo la misión de la Iglesia. A fina-les de 1988 ya se conocía, a nivel de Santa Tecla, que la parroquia tenía un proceso evangelizador moderno y muy agresivo en lo que respecta a la evangelización, por lo que la feligresía tecleña asimiló el cambio: de cultural… a evangelizada y evangelizadora.

Rivera afirmó que el proceso de extensión de SINE, hacia los Sectores Parroquiales, se hizo misionando sector por sector. En los primeros años se hacían de 2 a 3 misiones por año.

Todos los miembros del equipo participaban en la misión en un mismo sector, y a medida que la evangelización iba lle-gando a todo el territorio parroquial y el número de pequeñas Comunidades (PC ́s) iba aumentando, se decidió descen-tralizar la acción pastoral y se nombró un coordinador en cada sector, donde ya habían personas evangelizadas.

Inicialmente todas la PCs estaban aglutinadas en lo que se conoció como “sector centro”, pero en 1990 se tomó la de-cisión de enviar a las personas a formar PCs en el sector geográfico donde vivía. Entre los mismos evangelizados que iban a cada sector se escogieron los equipos de servicio en los sectores, responsables de ministerios, coordinadores de PCs y coordinadores de sector.

En la Parroquia, el nombre del Sistema de Nueva Evangelización SINE, cambio de nombre por una razón bien ecumé-nica, y es que algunos movimientos al interior de la Iglesia tenían recelo y diferencias de enfoque con respecto a la Parro-quia evangelizadora y al SINE. Y para no entrar en conflictos, se decide llamarlo Proceso Evangelizador Parroquial, sin cambiar la esencia del SINE.

En la actualidad se conserva la esencia del SINE. Este Sistema permite que las parroquias puedan decidir sobre el con-tenido de la Catequesis, y creó su propia catequesis, tanto de niños como de adultos. Tomando en cuenta en su mo-mento los Planes Pastorales de la Arquidiócesis, de tal manera que se está en sintonía con lo que el Arzobispado desea, se haga en las Parroquias.

De acuerdo a lo expresado por el Hno. Víctor Rivera, en el último censo realizado indica que hasta el 31 de diciembre de 2015, se tenían 342 Pequeñas Comunidades, y 2 mil 498 personas integradas en pequeñas comunidades. El Censo se re-aliza en diciembre de cada año.